La historia de las pastas

Por Arfemec Blog | Gastronomía
Quizás uno de los temas más controvertidos en el mundo surge a raíz del cuestionamiento sobre la verdadera historia de las pastas. De acuerdo con el fervor popular se dice que la pasta tuvo su origen en Italia, por eso tan común que cada que la nombramos asociamos en nuestra mente al chef de bigotes enroscados sazonando unos exquisitos espaguetis bañados con salsa napolitana. Los italianos no lo han entendido de otro modo y por ello lo han considerado como un alimento tan tradicional que es apreciado como símbolo de la identidad de la nación.
Son muchas las versiones sobre la historia de las pastas que surgen al respecto, y cada una cuenta su propia historia sobre el origen de la pasta, atribuyéndose la invención de este popular alimento. Muchos autores coinciden en que este nació en la antigua civilización China, que la elaboraban por medio de la trituración de distintos cereales que, al mezclarlos con agua, los sometían al hervor del agua para que se cocinaran dando como resultado un alimento delicioso y muy nutritivo.
¿Qué orígenes tienen las pastas?
La inquietud formulada sobre la historia de las pastas fue resuelta gracias al trabajo de un grupo de investigadores, se encontraron cerca al río Amarillo una jarra bajo tierra que guardaba aún unos fideos de color amarillo. Según los investigadores este hallazgo contaba con más de cuatro mil años de antigüedad y en su elaboración emplean el mijo.
De acuerdo con lo que cuenta la leyenda el mercader y viajero veneciano, Marco Polo en uno de sus viajes por el continente asiático a finales del siglo XIII, tuvo gran incidencia en la historia de las pastas en el momento que degusto este original plato. Para sorpresa de él fue tan encantador a sus sentidos que decidió llevar la formula hasta Europa, donde más adelante se hicieron muy reconocidos.
Es así como la pasta se hizo popular en muchas naciones del continente europeo, siendo muy probable según cuenta la historia de las pastas que de Grecia llegó a Nápoles cuando era parte de la colonia del imperio griego. Por tanto, la pasta a pesar de conocerse a través de muchos nombres tuvo sus épocas en las que se denominó lasagna y después surgió el nombre de fidelli con forma de hilo.
Solo fue hasta finales del siglo XVII, cuando en Nápoles crearon la primera maquina que permitía la producción de la pasta, y desde allí inicia una carrera de evolución en la historia de las pastas hacia la perfección, probando distintos modos en su elaboración que hicieran a la pasta más exquisita en su sabor, se encontró un método para secarla y conservarla gracias a las bondades que ofrecía el clima, estableciendo así unas condiciones perfectas para la fabricación de pastas.
Fue en Venecia donde se recibió la primera licencia para operar una fabrica de Pasta, lo que repercutió en un sinfín de posibilidades que abrieron las puertas al mercado internacional, en un principio de la historia de las pastas se consumía con las manos pero con la fórmula de las salsas no se percibió tan adecuado por lo que se modificó esta práctica y se innovo el consumo mediante el uso del tenedor